Los últimos años están marcados por luchas de diferente naturaleza que, a partir del uso de las nuevas tecnologías, han contribuido a rediseñar el espacio público, las formas de protesta y los repertorios de acción colectiva. Parte de esas luchas –con amplio protagonismo de los jóvenes– cuestionan la globalización neoliberal y se enfocan en corporaciones, en organismos multilaterales y en otros símbolos del capitalismo actual. Al mismo tiempo, expresan una variedad de demandas –económicas, sociales, culturales– que dan cuenta de un inconformismo que para muchos es demasiado difuso. Para otros, en cambio, en esa «política de los muchos» que no se unifica reside la auténtica potencia de estos movimientos. El número 251 de Nueva Sociedad está dedicado a esas disidencias que vuelven a poner de relieve la discusión sobre la emancipación, con la mirada en dirección hacia América Latina pero también hacia las luchas globales.