En el actual contexto mundial, la socialdemocracia se encuentra ante un gran desafío y una oportunidad histórica. El desafío: asumir una profunda reflexión crítica sobre las causas de sus fracasos gubernamentales durante las últimas décadas. La oportunidad: ocupar un lugar crítico y propositivo frente a un liberalismo sin respuestas. Para el autor de este artículo, eso solo es posible si se recuperan las herramientas teóricas para construir una crítica seria al capitalismo actual y renovar el proyecto de socialismo democrático, en un contexto mundial en el que capitalismo y democracia parecen bifurcarse.