Dois processos vêm ganhando relevância nas relações do Brasil com a América do Sul: as iniciativas de integração financeira e monetária e a expansão de grande número de empresas para os países da região. Os dois processos resultam do desenvolvimento da economia brasileira nas últimas décadas e foram estimulados pelo contexto externo singular dos últimos anos. Apesar de sua relevância, os dois processos não foram até hoje incorporados na política e na estratégia externas do Brasil. O momento é propício para avançar no desenho de políticas públicas que apoiem e potencializem as estratégias das instituições privadas ou multilaterais na oferta de soluções financeiras compatíveis com a necessidade de competitividade internacional.

La política económica del gobierno de Lula en sus primeros ocho meses se ha orientado dramáticamente hacia el neoliberalismo, con el mantenimiento y la profundización de las políticas y proyectos del gobierno de Cardoso. Hay indicios muy fuertes de que se trata de opciones de largo plazo relacionadas con estrategias de gobernabilidad y opciones ideológico-políticas. Este giro comenzó con unos acuerdos políticos más o menos explícitos con las derechas mucho antes y se evidenció en el cambio de imagen y de discurso. Estando aún la economía bajo las orientaciones de la última etapa del anterior gobierno, el país se ve amenazado por la continuación de las políticas neoliberales que fueron derrotadas en las elecciones.

El Brasil es propiamente un país rico en paradojas. La gran mayoría no imaginó que el presidente Fernando Collor de Mello fuera a sufrir alguna consecuencia verdaderamente seria por la cascada de denuncias surgidas a partir de las explosivas declaraciones periodísticas de su propio hermano. Al fin de cuentas, es regla secular en el Brasil que el rico nunca vaya a la cárcel y el político corrupto jamás sea punido. Con todo, el primer presidente electo por voto directo desde 1960, estaría ya provisoriamente separado del poder por la Cámara de Diputados apenas cuatro meses después de que Pedro Collor denunciara sus vínculos con el esquema de corrupción liderado por el empresario Paulo César Farias - o PC tesorero de su campaña presidencial en 1989.