México, por la complejidad y la riqueza de su historia, por su carácter paradigmarácter paradigmático en el conjunto de América Latina y por haber sido un país en que se llevó a cabo una de las grandes revoluciones del siglo XX, pudo haber sido y sigue siendo un objeto de estudio verdaderamente privilegiado para el análisis marxista y, especialmente, para el análisis gramsciano.