El ámbito rural brasileño ha atravesado un proceso de profundos cambios. No se trata solo de cambios marginales o incrementales, sino de transformaciones que marcan una nueva etapa en la formación espacial del país. En esta nueva fase, no tiene sentido concebir los espacios rurales como un sinónimo de atraso o como regiones exclusivamente agrícolas. El artículo sostiene que, aunque el paradigma agrario del pasado ya no existe, aún no se erigió uno nuevo. Y que el abordaje territorial y el arraigo ambiental de la nueva ruralidad demandan la creación de nuevas instituciones y categorías de clasificación y discernimiento de lo rural acordes con esta nueva etapa.