El triunfo de Fernando Lugo en las elecciones de Paraguay es histórico no solo por el hecho de que es la primera vez en el mundo que un ex-obispo se impone en comicios presidenciales, sino también porque marca el fin de la hegemonía del Partido Colorado, en el poder desde hace más de 60 años. Luego de su victoria, Lugo ratificó su decisión de renegociar con Brasil el injusto contrato de la empresa hidroeléctrica Itaipú y anunció su voluntad de gravar con nuevos impuestos a los ricos productores de soja y de mejorar la desigual distribución de la tierra. Pero no será fácil. Paraguay arrastra serios déficits de desarrollo, con una sociedad que descree de la democracia y una clase política corrupta y anquilosada. Además, Lugo deberá gobernar con escaso apoyo parlamentario y frente a la previsible resistencia del Partido Colorado, que aún mantiene una poderosa red clientelar. Palabras claves: elecciones, política, soja, energía, Fernando Lugo, Paraguay.