Puerto Rico, la invasión que perdura
Nueva Sociedad 33 / Noviembre - Diciembre 1977
A pocos días de abandonar la Casa Blanca, el presidente Ford envió al Congreso un proyecto de ley destinado a convertir a Puerto Rico en un nuevo Estado de la Unión Americana. Esta iniciativa no tiene, sin embargo, nada de sorprendente. En efecto, el deseo de incorporar Puerto Rico definitivamente a Estados Unidos ha estado presente en la mente de los gobernadores de éste último, aún desde antes de apoderarse de la isla en 1898. El momento elegido para concretar esta vieja aspiración estadounidense no deja, sin embargo, de ser intempestivo dado que la iniciativa provino de un presidente saliente. Hecho que ha dado motivos para que se especule sobre si las razones inmediatas de tal decisión habrían sido el deseo de asegurar a EE.UU. el título de dominio sobre los yacimientos de gas y petróleo que se habrían descubierto en Puerto Rico o el deseo republicano de retribuir ciertos favores políticos.