Paraguay: Un país hipotecado
Nueva Sociedad 73 / Julio - Agosto 1984
Con el golpe de estado del general Alfredo Stroessnel el 4 de mayo de 1954, para asumir el gobierno el 15 de agosto de ese mismo año - en el clima propicio de la guerra fría promovido por EE.UU - se inició en Paraguay una sangrienta represión y una descarada penetración, por agentes de la dictadura, en las direcciones de los sindicatos y las organizaciones políticas. Paralelamente se inició también la era de la entrega de las principales riquezas del país a las grandes empresas extranjeras, en especial norteamericanas. En una palabra, la era de la corrupción oficializada. Sin embargo, la mayoría de los resúmenes anuales económicos elaborados por organismos financieros como el Banco Mundial, al referirse al Paraguay lo señalan como un país con \"alta estabilidad política\", lo que en el idioma de las finanzas significa terreno seguro para el capital extranjero.