Fuerzas Armadas y democracia (81 / Enero - Febrero 1986)
Nº 81 — Enero - Febrero 1986

Fuerzas Armadas y democracia

La mayoría de los ensayos que conforman esta edición versan sobre la actualidad de los regímenes militares en América Latina. Son análisis empíricos que discuten el rol de las fuerzas armadas en nuestros países y que tratan de definir a futuro posibles escenarios de participación castrense en los contextos nacionales contempóraneos.

Análisis de coyuntura

Libros y autores

Política-Economía-Cultura

Lo concreto de un "Modelo Puro". La Experiencia Brasileña. 1964-1985

El modelo de desarrollo capitalista dependiente puesto en práctica en Brasil por el gran capital internacional y nacional, a partir del golpe de Estado de 1964, se caracterizó fundamentalmente por su dependencia para con el sistema capitalista mundial, la concentración y centralización de la producción y la renta, y la marginalización y exclusión de vastas capas sociales. Dicho modelo tuvo como objetivo preservar y profundizar el sistema de relaciones económico-sociales, impuesto por las corporaciones transnacionales aliadas con la burguesía brasileña, que se basa en la explotación del trabajador y la expropiación de la riqueza. El autor analiza en profundidad el papel del capital extranjero que si bien trajo la tecnología y la capacidad productiva, por otro lado, debido a la desigualdad entre los países dominantes y dominados, reprodujo y acrecentó las relaciones de dependencia. Seguidamente se detiene a examinar las contradicciones del capitalismo dependiente, destacando aquella que se establece entre la decisión de importar nuevas tecnologías mediante el ingreso masivo de capital extranjero y las limitaciones que ese capital impone a su propia expansión, y aquella, que es implícita al modelo, que tiene su origen en el proceso de acumulación interna con relación a la división internacional del trabajo. Luego el autor, partiendo de la experiencia brasileña, constata una confrontación histórica entre los modelos posibles, admitiendo que existen modelos alternativos de desarrollo capitalista como el que describe en este trabajo. Distingue las fuerzas sociales capaces de formular y apoyar modelos: el gran capital internacional y nacional cuyo modelo está en vigor; el capitalismo de Estado que se sustenta en una burguesía local de alto nivel y en uno tecnocracia, pero ambas carentes de autonomía ideológica y política, y las fuerzas populares que forman un sujeto histórico concreto en la realidad latinoamericana, que han buscado arduamente la realización de un proyecto autónomo de corte socialista. Finalmente, el autor sostiene que el socialismo, entendido como un proyecto adecuado a las especificidades de las fuerzas populares y que pase por un conocimiento de las particularidades de la situación de dependencia, aparece como el instrumento histórico eficaz para la solución de los grandes problemas que aquejan a nuestros países.

Posiciones

Panamá: Itinerario de la crisis política

Los acontecimientos panameños que culminaron con la renuncia del presidente Nicolás Ardito Barletta, han sido objeto de variados comentarios y diversas conjeturas. Nueva Sociedad ha considerado de interés para sus lectores dar a conocer algunos materiales que no dudamos serán de utilidad para comprender el desarrollo de la situación panameña, ya que apuntan hacia los aspectos más importantes que subyacen tras los recientes sucesos. A juicio de Nils Castro, secretario internacional del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Ardito Barletta ha sido el primer gobernante de América Latina que ha caído del poder por efecto directo de las políticas preconizadas por el FMI y los problemas que se derivaron del manejo de la deuda externa latinoamericana. Para los dirigentes del PRD uno de los principales motivos de la caída de Ardito Barletta fue "su genuflexión ante las demandas de los bancos y frente al modelo económico que él se obstinó en imponer en contra del proceso de diálogo nacional propuesto por el PRD". En este sentido los materiales que adjuntamos no son meramente ilustrativos sino también aleccionadores. El primer documento es el análisis de coyuntura del trimestre anterior a la renuncia del presidente. Este documento que circuló entre dirigentes del PRD y algunos militares los días anteriores, es una llamada de alerta sobre el peligro real que se cernía sobre el país. Algunos de sus señalamientos aun no están resueltos. El segundo documento es el comunicado al pueblo panameño que el PRD emitió al día siguiente, para explicar lo que había sucedido. El último material es un artículo periodístico que se refiere a la línea a seguir por el nuevo gobierno de Panamá sobre la base de un conjunto de compromisos entre el PRD y el presidente Eric Delvalle. A continuación transcribimos los documentos aludidos esperando que ellos sean esclarecedores de lo sucedido en Panamá.

Tema central

El desmoronamiento político de un ejercito. La Guardia Nacional Somocista

En América Latina las dificultades para desmoralizar y destruir al ejército del régimen opresor aparecen, una y otra vez, como uno de los mayores obstáculos para la transformación de nuestras sociedades y cuando ese obstáculo fue superado, como en Cuba y Nicaragua, las reflexiones sobre estas experiencias se reducen en forma excesiva al aspecto militar de la confrontación que condujo a la victoria popular. En otros términos, los análisis de los procesos sociales del continente padecen, con bastante frecuencia, una subestimación del factor político. Es como si la incuestionable miseria y la explotación secular de nuestros pueblos eximieran de estudiar con mayor detención las circunstancias políticas que perpetúan esta situación. El factor militar, interno o externo, se convierte entonces en el gran elemento explicatorio. Parece ignorarse, en los hechos, el viejo dictado de que "la guerra es la continuación de la política por otros medios". O, dicho de otra forma, que el ejército no es sólo el aparato armado del Estado, que su posibilidad y capacidad de intervención dependen del grado de legitimidad política que alcance, ya sea el régimen defendido o la propia institución militar como tal, cuando actúa con cierta autonomía. En contrapartida, se desarrolla también otra postura que sobredimensiona las contradicciones posibles del ejército y considera ineludible la división de sus filas para alcanzar los cambios necesarios. Por este camino, la cuestión militar de la revolución se restringe a la diferenciación política interna del ejército, mientras se elude o se relega a segundo plano el papel de las formas de lucha popular. Según el punto de vista, el caso de Nicaragua podrá considerarse una "confirmación" u otra "excepción" a la regla. En este ensayo pretendemos superar esa vieja dicotomía, mediante un estudio de los orígenes de la Guardia Nacional, de la conformación particular que le dio Somoza y del régimen político instaurado en Nicaragua, para entender las condiciones de su bancarrota final y él papel del FSLN en este desenlace.

El nacionalismo militar boliviano. Elementos para la reformulación estratégica

Existe en Bolivia una historia militar dominante cuyo carácter represivo y antinacional ha presidido largos ciclos de la historia nacional. Pero existe simultáneamente, una otra historia militar, esporádica y episódica - no menos importante -, donde la participación de la institución castrense estuvo dirigida a tareas de reforma y transformación social. Esta doble conducta militar no tiene explicación. La vida de las naciones y pueblos oprimidos transcurre en una marcada duplicidad y los antagonismos sociales imprimen con su sello la conciencia y acción de hombres e instituciones. Esta duplicidad antagónica es mayor incluso en el ámbito del propio Estado, y con mucha mayor severidad en su zona de emergencia: las fuerzas armadas. Estas, como dijo René Zavaleta, revelan de un modo intenso lo que de extenso existe en la sociedad. [[1]] Se concentra en la institución militar toda la forma contradictoria de ser de las naciones y sus pueblos. De ahí que, lejos de que la política quede suprimida en las fuerzas armadas - como bien pretendiera un esquema atrasadamente liberal -, se convierten éstas en el escenario propio de la lucha política. La institución militar contiene, de ese modo, una determinada razón de Estado, por la que está compelida a reproducir la sociedad por vía de la coerción, pero contienen al mismo tiempo la posibilidad de su propia negación: la negación de un orden social basado en la explotación económica, el saqueo nacional y la anulación de las libertades democráticas. Las líneas que siguen tienen como objetivo explicar en sus elementos más importantes esa otra historia del ejército boliviano: la historia nacionalista, antioligárquica y antimperialista. Su trascendencia histórica no tiene base en la temporalidad de los acontecimientos, sino en la memoria histórica del pueblo que recupera estos episodios como parte de su propia lucha. Breves como fueron en el tiempo, estas experiencias prefiguran, sin embargo, la estrategia del tiempo largo: el tiempo de la revolución e independencia nacional. Es posible, asimismo, desprender de estos episodios elementos doctrinarios de lo que en su momento debiera constituir un nuevo pensamiento militar, un renovado razonamiento sobre la defensa nacional. En resumen, una nueva doctrina militar boliviana. Sólo en esa dimensión tiene pertinencia el presente ensayo.

Las nuevas FFAA salvadoreñas. Un obstáculo para la democratización

Este trabajo parte de la siguiente premisa, que aunque obvia, consideramos necesario reiterar: en El Salvador las fuerzas armadas han constituido históricamente la base del poder "oligárquico", cuya expresión al nivel de la forma del Estado ha sido casi permanentemente la dictadura militar. En este contexto, la relación entre fuerzas armadas y democracia ha sido necesariamente antagónica, y las innumerables ocasiones en que los militares han hablado de democracia, de un regreso a ella, de recuperar lo "perdido" se ha tratado en casi todos es tos pronunciamientos (como generalmente han llamado los militares en el país a los golpes militares), de un discurso formal que esconde otras finalidades. Es cierto que podemos encontrar momentos de una búsqueda real de la democracia (pensamos por ejemplo en 1944 ó 1979, sin que estos ejemplos citados agoten estos momentos ya que el objetivo de este trabajo no es el análisis de los mismos), pero ellos son a la vez demostrativos de que la estructura constitutiva de las fuerzas armadas salvadoreñas ha sido históricamente antagónica a la construcción de la democracia en el país. A partir de 1981, con el inicio en el país de una guerra popular revolucionaria bajo una forma abierta, las fuerzas armadas salvadoreñas comienzan a sufrir modificaciones de orden cualitativo y cuantitativo que, cinco años después, han conformado un ejército sustancialmente diferente a aquel que iniciara la guerra contra el FMLN en 1981. Sobre las características de estas "nuevas fuerzas armadas" salvadoreñas y porque ellas constituyen un nuevo obstáculo para el establecimiento de la democracia en el país tratan las siguientes páginas.

Pretorianismo, Legitimidad y Opinión Pública

El pretorianismo o derrocamiento de gobiernos civiles por los militares ha sido atribuido por distintos autores a causas tan diversas como las políticas, las económicas, las burocráticas u organizacionales, etc. Estas explicaciones tan variadas tienen sin embargo algo tan común: ellas sugieren de manera implícita o explícita, que los golpes se producen cuando, existiendo cualesquiera de dichas causas, el gobierno civil pierde apoyo o legitimidad. De allí que a este elemento se le considere el precipitante inmediato de la intervención. Como se verá a lo largo de estas páginas, esa pérdida de apoyo o de legitimidad es conceptualizada muchas veces en términos cuantitativos o mayoritarios, es decir, como una erosión generalizada en la identificación de los ciudadanos con el gobierno de turno, con la élite dirigente o con el propio sistema político. Es de hacer notar desde el comienzo, que esta manera de enfocar la relación entre delegitimación e intervencionismo no ha estado circunscrita al ámbito académico. Más bien, dicho enfoque se ha difundido entre distintas élites sociales y políticas, cuyos miembros patrocinan con alguna regularidad sondeos de opinión pública destinados a indagar cómo se evalúa la gestión del gobierno de turno, cuál es su nivel de aceptación entre la colectividad y en qué medida la "opción militar" es considerada una salida política deseable. En este trabajo se argumenta que la mencionada conceptualización no parece ser más apropiada y que existe una alterna que podría resultar más fructífera para explicar la relación entre pérdida de legitimidad y pretorianismo.

Seguridad Nacional en América Latina. Propuestas metodológicas

La gran mayoría de los estudios de norteamericanos y latinoamericanos que surgen como una alternativa académica y rechazo político a los análisis tradicionales y reaccionarios sobre las relaciones de los Estados Unidos con América Latina giran alrededor de tres nociones-percepciones: la dependencia estructural (del continente latinoamericano respecto a Norteamericana), la dependencia estratégica (de la Unión Americana de materias primas latinoamericanas para su industria civil y de guerra y mano de obra barata para sus transnacionales en el continente) y la estrategia global norteamericana, con gran énfasis en el aspecto militar, o sea, las distintas tácticas o subestrategias (económicas, comerciales, financieras, militares, etc.) que utiliza el imperialismo para la consecución de su estrategia integral y sus objetivos generales: la reproducción de su dominio y su penetración en las economías y sociedades de América Latina. Las tres percepciones analíticas en mayor o menor medida, son una reacción al estructural-funcionalismo que campeaba en las teorías de relaciones internacionales. Por otra parte, las tres percepciones han bordado el problema que aquí nos ocupa: la Seguridad Nacional. En el presente trabajo se reseñan brevemente proposiciones, aportes y limitaciones de las mismas , aún a riesgo de caer en el esquematismo y en la simplificación, luego se propone un recorrido metodológico tendiente a acercarnos a una Seguridad Nacional de carne y hueso social específica.