Cultura y contracultura (73 / Julio - Agosto 1984)
Nº 73 — Julio - Agosto 1984

Cultura y contracultura

Es evidente que las formas de penetración cultural cambian de carácter en el tiempo y en el espacio. Las series de televisión, las tiras cómicas, y en general, todos los productos que circulan en América Latina, varian sus mensajes que van desde el ideal del consumo a la propugnación del retorno a las virtudes tradicionales.

Análisis de coyuntura

El Salvador: Intervención o negociación

La administración Reagan ha estado cabalgando tres caballos al mismo tiempo en su política centroamericana: la ayuda a la \"contra\" nicaragüense, la militarización de Honduras y las elecciones en El Salvador con su favorito José Napoleón Duarte. Fracasos relativos han sido la no aprobación por el Congreso de los Estados Unidos, en cuatro votaciones, de la ayuda encubierta a la \"contra\" y los cambios militares acaecidos dentro del ejército hondureño. Un relativo éxito dentro del desarrollo de los acontecimientos políticos en el área centroamericana para la administración Reagan, fue la elección del candidato demócrata cristiano José Napoleón Duarte a la presidencia de El Salvador, el 6 de mayo de 1984. Los resultados no sorprendieron a nadie; todos sabían que la administración apoyaba fuertemente a Duarte y nadie puede acusar a la CIA de timidez en su participación en las elecciones salvadoreñas. En esa ocasión, fue el líder de la ultraderecha republicana, el senador Jesse Helms de Carolina del Norte, el que acusó a la CIA de ayudar encubiertamente al partido de Napoleón Duarte. Las elecciones presidenciales, en efecto, significaron un esfuerzo sofisticado de la administración - desde ayudar al candidato demócrata cristiano, hasta establecer las reglas del juego en una ley electoral - para convencer al Congreso y a la opinión pública de que los Estados Unidos están apoyando la democracia en la región.

Libros y autores

Política-Economía-Cultura

Argentina y Brasil: Redemocratización y poder militar

El análisis de las respectivas secuencias históricas en ambos países, sus particulares realidades y el desempeño diferencial de los actores relevantes, tanto civiles como militares, permite concluir que la actual coyuntura argentina, dado el total fracaso de la gestión militar iniciada en 1976, sus características marcadamente totalitarias y las graves responsabilidades por los llamados "excesos de la guerra sucia deslegitimó la presencia militar, tanto en el gobierno como en el desempeño de una eventual tutoría expectante y amenazadora. A l gobierno de Alfonsin se le presenta así una inédita oportunidad de encuadrar a las fuerzas armadas en sus funciones específicas y subordinadas a los poderes constitucionales. En Brasil, la situación no permite implementar soluciones desemejante profundidad. Durante los ya 20 años transcurridos desde el golpe del 64, los militares administraron un cuadro de alianzas político-económicas, con el aporte de una tecnocracia de cierta competencia que les permitió, por un lado, mantener una fachada de legalidad e institucionalidad, e impulsar, por otro, el crecimiento de la economía, no obstante sus características de fuerte injusticia social. Eso les dio espacio para gradualizar la redemocratización del país, evitando la posibilidad de generar demandas "revanchistas" y desestabilizadoras de su poder. La negociación moderada y habilidosa es, por tanto, la estrategia que la opossición implementa para mejorar la relación de fuerzas que conduzca a una más efectiva democracia.

De la ruptura de Althusser con el marxismo

El autor analiza el antihumanismo "teórico" y el estatuto de ciencia conferido al marxismo por Althusser. Señala la motivación histórica y las consecuencias del rechazo althusseriano del concepto de alienación - que no sólo se manifiesta en la sociedad capitalista sino también en la sociedad soviética y naciones que siguen el modelo tecnoburocrático -. Reitera la incomprensión de la dialéctica por parte del filósofo del Partido Comunista Francés (PCF) al encarar el problema de la contradicción al pretender resolverlo con el concepto de la ruptura epistemológica. Critica igualmente el desdoblamiento del materialismo histórico, al crear dos entidades separadas: el materialismo histórico por un lado, y el presunto materialismo dialéctico por el otro, y la división del marxismo en una ciencia y en una filosofía. Previene que los "novisimos " conceptos althusserianos tienen su raíz en el viejo revisionismo de Stalin. Con hechos históricos conocidos prueba la obsecuencia del PCF al Partido Comunista de la URSS y de Althusser por su parte, al PCF. Para el autor, el punto de vista critico es el de la clase obrera y las ideas que Althusser procura incrustar en el marxismo, por la aplicación que ellas pudieran tener en la lucha práctica, particularmente en América Latina, representan una grave tergiversación doctrinaria, de índole revisionista que, en lo principal altera y modifica profundamente el contenido revolucionario vivo, legado por Marx. El sueño de la razón produce monstruos. - GOYA

Juegos de estructura contra el materialismo. Un manual a espaldas de la realidad

Las ideas del filósofo francés Louis Althusser, sintetizadas por la investigadora chilena Marta Harnecker en su libro Los conceptos fundamentales del materialismo histórico, han sido difundidas profusamente en América Latina en los últimos tres lustros. Desde los grupos guerrilleros de la década del 60 y 70 hasta la intelectualidad de izquierda, han leído con avidez el Manual de Marta Harnecker, creyendo que allí estaban condensados los verdaderos fundamentos del marxismo. Es curioso, entonces, que la izquierda latinoamericana no haya efectuado una profunda discusión del Manual ni producido trabajos polémicos contra el althusserismo, salvo referencias de pasada de algunos intelectuales de avanzada. Mientras los marxistas europeos, como Perry Anderson, Henri Lefebvre. Michael Lowyy Alfred Schmidt, han dedicado varios trabajos científicos al estructuralismo, en su variante althusseriana, la mayoría de los marxistas latinoamericanos sigue aceptando las ideas de Althusser y parte de la juventud sigue leyendo el Manual. En este ensayo, Luis Vitale cuestiona el concepto de modo de producción formulado por Harnecker y su idea de que las estructuras y no las clases crean la historia. Critica, asimismo, la categoría de capitalismo monopolista de Estado y la actitud de menosprecio por el papel que juegan los hombres en una teoría donde parecen imperar las leyes inexorables de la naturaleza y las fuerzas productivas, como dijera dogmáticamente Stalin en un tiempo que al parecer no está tan lejano.

Tema central

Isabel Allende. Era su destino - Cuento

Isabel Allende o el duende en la literatura Aún la crítica latinoamericana no logra reaccionar ante el fenómeno resultante de la aparición de La Casa de los Espíritus. Nunca hubo antes en nuestro continente una escritora más leída y divulgada que Isabel Allende. Esta mujer alegre y seria, reflexiva, solidaria, de inmensos ojos deslumbrados y tristes, bate los records de la obra más leída en Francia, Alemania, España, países nórdicos, Japón. Le llegan cartas de camareras, dueñas de casa, choferes de taxi, expresándole reconocimiento y gratitud. Fogueados traductores le dicen que sienten haber terminado la última página: la novela no debía haber terminado aún. Este éxito colosal se ha producido en menos de dos años, plasmado en un exilio doloroso y trabajado, asumiendo otro espacio del territorio latinoamericano, sin dejar de escribir la crónica humorística, Periodista por sobre todo, autora teatral, directora de una de las más importantes (dentro de las tan escasas) revistas infantiles: "Mampato": Isabel dejó su Chile natal porque no podía soportar el terror, la venganza y el cultivo del miedo en un país que, como hidalgo venido a menos, sólo se enorgullecía de sus precarios blazones democráticos. Nueva Sociedad presenta esta vez "Era su destino": un relato inédito que reúne las más relevantes cualidades del estilo de Isabel Allende: ese duende que toma al lector, lo sumerge de cabeza en el asunto, lo hechiza y no lo suelta hasta que ha llegado a la última frase, embrujado más allá del punto final.