Panamá enfrenta su mayor ola de protestas en décadas. Desde marzo, estudiantes, sindicatos, pueblos originarios y ambientalistas se movilizan contra reformas previsionales, proyectos extractivos y acuerdos internacionales que, según denuncian, comprometen la soberanía. El malestar tiene como principal destinatario al gobierno de José Raúl Mulino.