En Brasil, la actual política del cuerpo comprende diversas prácticas de gimnasia cada vez más admitidas, el poder médico que evalúa los cuerpos y prescribe dietas y medicamentos auxiliares, los media que transmiten un determinado canon de silueta y de vida deportiva. Estos elementos integran una poderosa industria de control, gimnasia y salud. El actual presidente, con su imagen pública, respalda personalmente esta coyuntura.