De la manera como el reelegido Hugo Chávez maneje este amplio espacio de gobernabilidad dependen el futuro político de Venezuela y sus posibilidades de consolidarse como una democracia sólida con capacidad de influir en el continente. El presidente venezolano podría utilizar su enorme capital político para enfrentar en el plano interno tres formidables desafíos: fortalecer el esquema gobierno-oposición, derrotar la corrupción y crear nuevos empleos productivos.