Opinión
diciembre 2016

Caminando en sueños hacia el Frexit

La derecha francesa podría facilitarle el camino a la extrema derecha

¿Quién será capaz de frenar el impulso hacia la elección de un presidente de extrema derecha, seguido de un referéndum sobre Europa y terminando con un #Frexit, la siguiente salida después del Brexit?

<p>Caminando en sueños hacia el Frexit</p>  La derecha francesa podría facilitarle el camino a la extrema derecha

El patronat francés, un grupo de lobby de negocios también llamado Movimiento de Empresas de Francia (Medef), tuvo durante mucho tiempo la reputación de ser el más estúpido del mundo. Hoy la derecha política francesa está en camino de ocupar su lugar.

Incluso un análisis superficial del referéndum sobre el Brexit y las elecciones estadounidenses muestra que los perdedores de la globalización irrestricta y la digitalización desregulada están contraatacando. El péndulo que en décadas recientes osciló hacia el neoliberalismo hoy se mueve en sentido opuesto. La frase de Donald Trump «los hombres y las mujeres olvidados de nuestro país no volverán a ser olvidados nunca más» rinde tributo al pueblo norteamericano en general que se siente amenazado por la globalización y la digitalización sin ninguna forma de compensación. Se dirige al «Rust Belt», a los 3,5 millones de camioneros asustados por los pronósticos de automatización, robotización y conducción autónoma de taxis que están en marcha, y a aquellos que han quedado abandonados en regiones donde la desindustrialización está en camino de completarse. El mal diseñado paquete keynesiano de estímulos de Trump ayudará a crear fuentes de trabajo y dará así consuelo a algunos de los que han quedado atrás, como lo dice aquí Stiglitz.

Si se desea combatir el crecimiento de la extrema derecha, hay que resolver los problemas de un sector financiero fuera de control, desempleo masivo, ingreso y distribución de la riqueza desiguales, en lugar de salir de la crisis y prolongar el daño colateral siguiendo con un celo excesivo reglas estúpidas de consolidación del presupuesto.

El programa del candidato de derecha francés François Fillon es el opuesto exacto: antikeynesiano y totalmente en contra de la creación de empleo, dispuesto a propagar cortes severos en el presupuesto público y a reducir en medio millón el número de empleados en los servicios públicos. ¿Qué más se necesita para asustar a ‘Billancourt’, lo que queda de la industria de Francia? En un contexto de perspectivas laborales decrecientes, el juego se vuelve cada vez más fácil para la extrema derecha.

Como en las décadas de 1920 y 1930, necesitará hacer poco más que copiar y pegar partes de los programas sindicales e incorporar una fuerte dimensión social a su enfoque populista. Eso es lo que la líder del Frente Nacional Marine Le Pen hizo inmediatamente después de la coronación de Fillon.

Los sindicatos franceses se encuentran en una situación doblemente difícil: no tienen otra elección más que criticar enfáticamente tanto a Fillon como a Le Pen. Los votantes entienden y saben que el mensaje implícito es dar su apoyo al candidato de izquierda. Sin embargo, la estrategia parece estar condenada al fracaso. Muchos votantes están cansados del actual gobierno de izquierda y desean votar por un cambio. La derecha no ofrece una perspectiva real de cambio, sino un programa que podría haberse cocinado en la Dirección General para Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea, donde sobreviven (y prosperan) muchos representantes de la línea dura que se han quedado totalmente afuera de las nuevas tendencias.

Desde la perspectiva de la extrema derecha, que de cualquier modo está en contra de toda forma de integración europea, será fácil matar dos pájaros de un tiro: estar en contra de Europa y en contra de Fillon. ¿Quién será capaz de frenar el impulso hacia la elección de un presidente de extrema derecha, seguido de un referéndum sobre Europa y terminando con un #Frexit, la siguiente salida después del Brexit?

Analizando el futuro cercano, el momento en que un referéndum francés sobre Europa pueda ponerse en marcha sería ya demasiado tarde para reaccionar con eficacia: será cuestión de hacer control de daños. Pero el resultado podría ser aún más claro que en Reino Unido, ya que partes de la extrema izquierda son también antieuropeas. Y la tragedia se repetirá como farsa. Al igual que durante la campaña del Brexit, el establishment francés proeuropeo unido, apoyado por el establishment proeuropeo de Bruselas y otros Estados miembros, no logrará encontrar buenos argumentos en favor de la permanencia dentro de Europa simplemente porque el candidato de la derecha utiliza a Europa para defender una agenda neoliberal.

¿Cuál podría ser el contenido de la campaña proeuropea de la derecha francesa? ¿Defender el ultraliberalismo en un momento en que la Comisión se está alejando de él con cautela en dirección a un plan de inversión keynesiano? Bajo estas condiciones, un referéndum sobre la cuestión de irse o permanecer en Europa estaría perdido de antemano. Desde el referéndum francés sobre el tratado constitucional de 2005, los proeuropeos están perdiendo una elección (o referéndum) tras otra. Los demás Estados miembros europeos necesitan ya un plan B. Cómo diseñar la integración europea sin Francia…

La caminata en sueños hacia el fin de la Unión Europea tal como la conocemos ha comenzado. ¿Hay todavía alguien por ahí que pueda detenerla?


Traducción: María Alejandra Cucchi

Fuente:https://www.socialeurope.eu/2016/11/french-right-m...


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