Responsabilidad europea en el mundo uno
Nueva Sociedad 120 / Julio - Agosto 1992
Los retos globales y regionales deberían ser enfrentados simultáneamente y, siempre que ello sea posible, con idéntico esfuerzo. Ya sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pues entiendo muy bien que las energías - y no sólo las políticas - se debilitan notablemente cuando la distancia entre los propios intereses y dichos retos aumenta. Es por ello que abogo por un proceder internacional consensuado: En primer lugar, teniendo como meta asumir nuevamente los retos globales - para lo cual aún estamos más o menos a tiempo -, debe fortalecerse un gran número de organizaciones multilaterales. En este sentido, la responsabilidad política mundial europea debería reconocerse en el compromiso que asuman los europeos para contribuir a fortalecer la ONU y reformar los organismos de Bretton-Woods.