Las nuevas FFAA salvadoreñas. Un obstáculo para la democratización
Nueva Sociedad 81 / Enero - Febrero 1986
Este trabajo parte de la siguiente premisa, que aunque obvia, consideramos necesario reiterar: en El Salvador las fuerzas armadas han constituido históricamente la base del poder "oligárquico", cuya expresión al nivel de la forma del Estado ha sido casi permanentemente la dictadura militar. En este contexto, la relación entre fuerzas armadas y democracia ha sido necesariamente antagónica, y las innumerables ocasiones en que los militares han hablado de democracia, de un regreso a ella, de recuperar lo "perdido" se ha tratado en casi todos es tos pronunciamientos (como generalmente han llamado los militares en el país a los golpes militares), de un discurso formal que esconde otras finalidades. Es cierto que podemos encontrar momentos de una búsqueda real de la democracia (pensamos por ejemplo en 1944 ó 1979, sin que estos ejemplos citados agoten estos momentos ya que el objetivo de este trabajo no es el análisis de los mismos), pero ellos son a la vez demostrativos de que la estructura constitutiva de las fuerzas armadas salvadoreñas ha sido históricamente antagónica a la construcción de la democracia en el país. A partir de 1981, con el inicio en el país de una guerra popular revolucionaria bajo una forma abierta, las fuerzas armadas salvadoreñas comienzan a sufrir modificaciones de orden cualitativo y cuantitativo que, cinco años después, han conformado un ejército sustancialmente diferente a aquel que iniciara la guerra contra el FMLN en 1981. Sobre las características de estas "nuevas fuerzas armadas" salvadoreñas y porque ellas constituyen un nuevo obstáculo para el establecimiento de la democracia en el país tratan las siguientes páginas.