Opinión
agosto 2021

La batalla cultural de la extrema derecha polaca

El gobierno ultraconservador polaco avanza en su política iliberal a través de una lucha ideológica contra sus oponentes liberales y de izquierda. Para ello no duda en financiar revistas y organizaciones nacionalistas y conservadoras con el dinero del propio Estado.

La batalla cultural de la extrema derecha polaca

El financiamiento público está contribuyendo al ascenso de la extrema derecha en Polonia. En mayo de 2021 el Ministerio de Cultura, Patrimonio Nacional y Deportes de ese país anunció los resultados de un concurso para dar financiamiento a publicaciones culturales y científicas. Y los fondos fluyeron en mayor medida hacia revistas con posicionamiento de derecha, conservador, nacionalista o católico que a publicaciones con orientación de izquierda o liberal. Uno de los beneficiarios es el Instituto Social Nacional de Polonia, que publica Polityka Narodowa (Política Nacional), descripto por la revista Press como «un periódico trimestral de nacionalistas asociados al Movimiento Nacional y la Juventud de Toda Polonia».

El Instituto Social Nacional también recibió financiación del Programa de Desarrollo para la Organización Cívica, que lleva adelante otra institución pública, el Instituto Nacional Libertad -Centro para el Desarrollo de la Sociedad Civil. Este último se presenta como la primera agencia ejecutiva en la historia de Polonia que tiene a su cargo el apoyo a la sociedad civil, a las actividades para beneficio público y al voluntariado, y se dedica a respaldar a ONG, medios ciudadanos, think tanks y organizaciones de monitoreo en la concreción de sus objetivos y de sus estrategias de desarrollo. Entre los beneficiarios del programa estuvieron los católicos y los nacionalistas: recibieron apoyo económico varias instituciones asociadas a la Iglesia católica y fundaciones con interés en la educación patriótica, la promoción de los valores polacos o una versión de derecha de la historia de Polonia.

En el marco del programa, dos organizaciones conectadas a las marchas anuales por el Día de la Independencia, un evento nacionalista organizado el 11 de noviembre de cada año, obtuvieron también fondos públicos: Juventudes de la Marcha del Día de la Independencia recibió casi 700.000 złoty (152.000 euros) para «desarrollo institucional y de su misión», mientras que Marcha por el Día de la Independencia recibió cerca de 200.000 złoty (43.500 euros) para el desarrollo de una filial en Varsovia del portal nacionalista Media Narodowe (Medios Nacionales).

Las organizaciones conectadas con las marchas del Día de la Independencia obtuvieron fondos adicionales de otro programa, el Fondo Patriótico, con la coordinación de otro organismo público establecido por el Ministerio de Cultura y Deportes, el Instituto para el Legado del Pensamiento Nacional Polaco, anunciado en junio de 2021. La Marcha de la Independencia y la Guardia Nacional, así como la Juventud de Toda Polonia, recibieron en conjunto más de tres millones de złoty (más de 650.000 euros) por parte del Fondo Patriótico.

Ordo Iuris

Una fundación relativamente nueva, Educación para los Valores (Edukacja do Wartości), creada por los presidentes del grupo jurídico ultraconservador Ordo Iuris, también fue receptora de fondos públicos. Ordo Iuris es un importante actor profesionalizado e influyente dentro de los segmentos iliberales de la sociedad civil polaca. Se lo conoce por su participación en una campaña contra la Convención de Estambul y, según la Federación Humanista Europea, «se opone al aborto en todos los casos, al matrimonio entre personas del mismo sexo, a las uniones civiles y a la educación sexual».

En 2016, Ordo Iuris redactó un proyecto de ley contra el aborto que fue presentado por la coalición Alto al Aborto como una iniciativa de la ciudadanía y fue tomado en consideración por el Parlamento polaco. Como resultado, comenzó en Polonia una masiva movilización contra el proyecto de ley que logró frenar la legislación temporalmente, hasta octubre de 2020, cuando el Tribunal Constitucional decidió prohibir el aborto en todo el país. La decisión fue apuntada por Ordo Iuris como un éxito propio y, el día anterior al dictamen, anunció que había enviado al Tribunal una opinión amicus curiae.

Esa opinión fue firmada por una cantidad de organizaciones internacionales tales como la Asociación Eslovaca por la Vida y la Familia, el Instituto de la Sociedad Libre de Lituania y el Centro Estadounidense para la Famila y los Derechos Humanos (C-Fam), lo que pone de relieve el alcance de la red de Ordo Iuris. Aunque su oficina en Bruselas ya ha sido cerrada en dos oportunidades, Ordo Iuris continúa haciendo lobby en el Parlamento Europeo y la Comisión Europea.

El grupo está bien conectado con el partido gobernante polaco Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) y pueden encontrarse representantes en instituciones estatales tales como la Corte Suprema polaca, el Ministerio de Relaciones Exteriores o el ya mencionado Instituto Nacional Libertad. A comienzos de este año, el gobierno polaco llegó incluso a nominar formalmente al presidente de Ordo Iuris, Aleksander Stępkowski, como uno de los candidatos de Polonia para la Corte Europea de Derechos Humanos. El comité para la elección de jueces del Consejo de Europa rechazó su candidatura.

Los esfuerzos de Ordo Iuris no han cesado. En mayo, anunció la creación del Collegium Intermarium, una nueva universidad cuya misión es «construir una plataforma de cooperación entre académicos de países en la región de Intermarium». Según sus fundadores, la iniciativa es una respuesta a «la profundización de la crisis de la vida académica» y representa «un espacio para el debate y la búsqueda valiente de la verdad».

Esto es consistente con declaraciones recientes por parte del ministro polaco de Educación y Ciencia, Przemysław Czarnek, quien prometió luchar contra «la dictadura de las opiniones liberales de izquierda» que, desde su punto de vista, dominan la educación superior. Una de sus iniciativas, el Paquete Académico Libertad, tiene como objetivo la protección de las voces conservadoras en las universidades, garantizando que «uno no pueda recibir sanciones disciplinarias por expresar sus ideologías».

Es de esperarse que esta forma compartida de ver el mundo fortalezca la cooperación entre el Ministerio, la nueva universidad y los representantes de Ordo Iuris, y puede interpretarse como parte de un proceso más amplio para volver la educación pública más conservadora, nacionalista y católica.

La transformación iliberal

En Polonia, es llamativo el giro de la sociedad civil y las instituciones públicas hacia un discurso ultraconservador y nacionalista. El reciente apoyo estatal a ONG e instituciones que promueven la ideología de derecha es solo una faceta más de la  transformación iliberal que se está produciendo no solo en Polonia, sino también en otros países de Europa central.

Frente a los desafíos económicos causados por la pandemia, los grupos de extrema derecha como Ordo Iuris apelan a la identidad para sumar popularidad y poder a través de la hegemonía cultural. La educación es un medio importante para concretar este objetivo y, con mayores recursos financieros a su disposición y crecientes conexiones transnacionales, lo están logrando con rapidez, y no solo en Polonia.

 

Traducción: María Alejandra Cucchi

Fuente: Social Europe



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