Nunca como ahora se ha hablado tanto en América Latina de integración y de desarrollo, y también nunca hemos sido tan ineficaces para crecer y unirnos. Integración es una palabra de impacto, de exigencia social y política, y desarrollo, es una palabra tabú. La Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), el Mercado Común Centro Americano, el Acuerdo de Cartagena en el Pacto Sub-Regional Andino, CARICOM - Asociación de Libre Comercio del Caribe -, y el SELA - Sistema Económico Latinoamericano - , son procesos que llaman la atención y ocupan un lugar de trabajo; a los técnicos, gobernantes, universidades, bancos, empresarios, a los intelectuales y también al movimiento de los trabajadores organizados; especialmente al sector más dinámico: el sindicalismo. Y nos interesa porque creemos que la integración y la unidad de América Latina es un medio poderoso y hasta imprescindible para el desarrollo, el bienestar y la total liberación del hombre.