Apuntes de integración en América Latina 2/2017 Resumen de noticias y novedades vinculadas con las iniciativas y los bloques regionales latinoamericanos.

marzo - mayo 2017
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Alianza del Pacífico

Frente al renovado perfil proteccionista que el presidente Donald Trump imprimió a la política comercial estadounidense, Chile, Colombia, México y Perú –países que el pasado 28 de abril festejaron el sexto aniversario de la creación de la Alianza del Pacífico– redoblaron la apuesta por continuar con negociaciones hacia la apertura comercial multilateral y profundizar la integración financiera dentro del bloque. En efecto, los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la Alianza lideraron el «Diálogo de Alto Nivel en iniciativas de integración en Asía Pacífico», donde un total de 15 países de la región reflexionaron sobre la coyuntura comercial actual y analizaron las alternativas de integración existentes para fortalecer el libre comercio, a la vez que reafirmaron su compromiso con el mismo.

Además, una serie de reuniones permitieron avanzar en la integración financiera. Entre los principales encuentros se destacaron la XII y XIII reuniones de ministros de Finanzas de la Alianza del Pacífico, llevadas a cabo el 10 de marzo en Santiago de Chile y el 22 de abril en Washington, respectivamente. Allí se encontraban los ministros de los cuatro países con motivo de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En esas reuniones del bloque, los ministros revisaron los avances realizados por los grupos técnicos y destacaron que la integración financiera figura entre sus prioridades. En este sentido, valoraron el acuerdo logrado por los supervisores de valores de sus países para determinar una hoja de ruta hacia la implementación del «pasaporte de fondos de inversión». Dicho pasaporte permitirá que los fondos se puedan distribuir en los cuatro mercados, una vez que sean autorizados por alguno de los supervisores de los cuatro países.

Los ministros destacaron también la construcción de una agenda de trabajo pública-privada en materia financiera, que tuvo su correlato inmediato el 28 de abril, en el II Encuentro de Integración Financiera de la Alianza del Pacífico en Lima, donde empresarios y autoridades de los países miembros del bloque debatieron para presentar a los gobiernos propuestas viables de integración financiera de corto plazo. El foco en esta dimensión de la integración coincide con la publicación, el pasado marzo, de datos de la Cámara de Comercio de Lima, que indican que la inversión extranjera directa del conjunto de países del bloque se contrajo un 20,1% en 2016 en comparación con el año anterior.


Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)

Los distintos colores políticos de los gobiernos de América Latina y el Caribe se han hecho notar en los últimos meses en las dificultades de la Celac para alcanzar consensos acerca de una situación de inestabilidad que mantiene en vilo a toda la región. Algunas referencias a las diferencias políticas e ideológicas se hicieron notar en la XXI Reunión de Coordinadores Nacionales del proceso de integración que reúne a estos 33 países. Llevada a cabo el 24 de marzo en El Salvador, país que ostenta la presidencia pro tempore del bloque, fue ocasión para que el viceministro de Relaciones Exteriores anfitrión, Carlos Castañeda, expresara que «no podemos detenernos en nuestras diferencias, sino más bien utilizar nuestras coincidencias para afrontar los retos que se nos presentan», entre ellos, las políticas contra los inmigrantes latinoamericanos del gobierno estadounidense, que fueron tratadas en la reunión.

Sin embargo, las coincidencias no fueron suficientes para que el bloque se expresara luego de manera consensuada acerca de la crisis de Venezuela. El país caribeño se encuentra hace tiempo en una crisis política y económica que ha tenido serias consecuencias en términos de violencia entre gobierno y oposición. Por ese motivo, a fines de abril, la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó el llamado a una reunión extraordinaria de cancilleres para abordar dicha crisis. Disconforme con la decisión por considerar que en tal reunión se podrían barajar alternativas sancionatorias para su país, Venezuela dejó claro que no asistiría, acusó la decisión como injerencista y anunció que iniciaría los trámites necesarios para abandonar el bloque hemisférico.

En paralelo, sin embargo, el país había solicitado una reunión para el mismo debate, aunque sin prerrogativas sancionatorias, con los cancilleres de la Celac, de la que no participan Estados Unidos ni Canadá. Dicho encuentro se realizó el 2 de mayo en El Salvador, pero la ausencia de siete países, si bien se atribuyó a motivos de agenda, hizo que el encuentro se dedicara a un debate a puertas cerradas, sin la adopción de una declaración consensuada de apoyo al diálogo entre gobierno y oposición para superar la crisis mencionada.


Comunidad Andina de Naciones (CAN)

En lo que se consideró un hito histórico para el proceso de integración que reúne a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, el pasado 30 de marzo fue lanzado el satélite SES-10, que orbita en la red satelital de la Comunidad Andina. Se trata de la concreción de un proyecto conjunto que se espera desde los años 70, cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones otorgó al entonces Pacto Andino (que incluía a Venezuela, que abandonó el bloque en 2006) la órbita 67º oeste, con el nombre de Simón Bolívar II.

Mediante un contrato con la empresa holandesa New Skies Satellites B.V., el satélite fue construido por la compañía Airbus Defence and Space y lanzado en el cohete Falcon 9 de Space X, en la base espacial estadounidense de Cabo Cañaveral. Se espera que su vida útil sea de entre 15 y 25 años, y su objetivo principal es mejorar la capacidad de transmisión en telecomunicaciones y radiodifusión, tanto en la zona andina como en toda América Latina, ya que la capacidad satelital se extenderá a todo este territorio. Su servicio beneficiará específicamente la llegada de las comunicaciones a los territorios apartados que no cuentan con infraestructura física de telecomunicaciones. En términos operativos, la secretaría de la CAN anunció que la capacidad satelital será utilizada de forma autónoma por cada país miembro del bloque, en función de sus intereses de desarrollo nacional y en las actividades de educación, medicina y difusión cultural.


Comunidad del Caribe (Caricom)

El inminente fin de las cuotas a la producción de azúcar en la Unión Europea (UE) tiene en vilo a toda la región caribeña, que mantuvo distintos encuentros en los que debatió los impactos inmediatos y las perspectivas futuras de esta producción agropecuaria. La UE es la principal productora mundial de remolacha azucarera y la mayor importadora de caña de azúcar para refinación. Desde hace años su producción es regulada por cuotas de producción, que garantiza precios mínimos a los agricultores europeos, y por una política comercial que permite a los países de África, el Caribe y el Pacífico exportar al viejo continente caña de azúcar libre de impuestos.

Sin embargo, luego de una gran reforma de su política agrícola común aprobada en 2006, la UE anunció el fin de las cuotas de producción azucarera a partir del 30 de septiembre de 2017. La cercanía de la fecha hizo que la región caribeña se concentrara en el tema en los últimos meses, ya que sus exportaciones de caña de azúcar se dirigen principalmente al mercado europeo y enfrentan una alta incertidumbre respecto del futuro. En marzo, los debates acerca de los problemas inmediatos y las perspectivas futuras se llevaron a cabo principalmente en torno a la Sexta Reunión de stakeholders vinculados azúcar, que tuvo lugar el 24 de marzo y fue precedida por un taller de trabajo de industriales del sector financiado por la propia UE, el servicio exterior del Reino Unido, el Banco Interamericano de Desarrollo y el grupo ASR (American Sugar Refining).

En los encuentros quedó claro que las consecuencias inmediatas esperadas de la decisión europea implican una reducción del precio internacional del azúcar y una reducción de la importación desde la UE, que afectaría especialmente a los caribeños. Por esto, Nisa Surujbally, funcionaria de la Secretaría del Caricom, aseguró que la supervivencia de esta industria dependerá en gran parte de políticas facilitadoras que pueda construir el bloque caribeño y de una mejora en la competitividad y en la diversificación de la producción regional, especialmente vital para países como Barbados, Belice, Guyana y Jamaica. En este sentido, la funcionaria aseguró que la secretaría regional mantendrá su apoyo a la industria, y participará activamente en el diálogo entre las distintas partes y en la elaboración de políticas para el sector azucarero.


Mercado Común del Sur (Mercosur)

En línea con lo anunciado en la última reunión extraordinaria del Consejo del Mercado Común que tuvo lugar el pasado diciembre en Buenos Aires, el proceso de integración que reúne a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (este último suspendido en vísperas de aquella reunión) se abocó durante los últimos meses a reactivar su agenda externa de negociaciones.

En este marco se sostuvo en Buenos Aires, entre el 20 y el 24 de marzo, la XXVII Reunión del Comité de Negociaciones Birregionales MERCOSUR-Unión Europea, bajo la presidencia argentina del Mercosur. Allí trabajaron doce grupos concentrados en diferentes aspectos del Acuerdo de Asociación birregional y se plantearon temas nuevos a ser debatidos, como las disposiciones para que las pequeñas y medianas empresas del Mercosur y de la UE puedan aprovechar al máximo los beneficios del acuerdo. Además, según la información de la cancillería argentina en paralelo con las negociaciones oficiales se mantuvieron contactos entre los jefes negociadores y la sociedad civil (sindicatos, organizaciones empresariales, etc.) con el objetivo de fortalecer la transparencia del proceso negociador. Asimismo, el presidente argentino Mauricio Macri insistió en la importancia de concluir estas negociaciones tanto en su viaje a España en febrero como en el siguiente a Países Bajos a fines de marzo, buscando un consenso político con sus pares.

Por otro lado, a principios de ese mes se realizó en la capital argentina la primera reunión técnica entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico en materia de cooperación aduanera. A este encuentro siguió, el 7 de abril, una reunión ministerial Mercosur-Alianza Pacífico, que se dio en ocasión del Foro Económico Mundial para América Latina celebrado en Buenos Aires. Allí, los ministros ratificaron la importancia del acercamiento entre ambos bloques y consideraron oportuno establecer líneas de trabajo en facilitación del comercio, cooperación aduanera, promoción comercial, apoyo a las PyMES e identificación de posibles cadenas regionales de valor, ya identificadas por ambos bloques en mayo del año pasado. El encuentro concluyó con la definición de una «hoja de ruta» para dar pasos concretos hacia un mayor intercambio. Diez días después, una visita del presidente argentino a México fue ocasión para acordar un primer acercamiento en materia turística, según el cual Argentina y los países de la Alianza se presentarían en forma conjunta para hacer una oferta regional de turismo en una próxima feria internacional que se realizará en China en septiembre.


Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)

Los últimos encuentros oficiales que reunieron a funcionarios de todos los países miembros del SICA (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) se concentraron en mostrar una clara continuidad con los compromisos aprobados en la última reunión ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno, que se llevó a cabo en Managua el pasado mes de diciembre. Por ejemplo, en línea con los acuerdos adoptados en aquella ocasión para mejorar la transparencia de la gestión institucional del SICA, en la XLIX Reunión Ordinaria de ministros de Relaciones Exteriores del 2 de marzo hubo un fuerte llamado de Manuel A. González Sanz, canciller costarricense y anfitrión del encuentro, a que la reflexión sobre el futuro de este proceso de integración se combine con acciones para lograr resultados concretos que permitan al SICA «cumplir con sus promesas de paz y desarrollo, en el marco de una institucionalidad sólida y transparente».

Días después, el 17 de marzo, tuvo lugar la reunión semestral de secretarías e instituciones especializadas del Subsistema Económico Centroamericano donde, en el marco de las prioridades establecidas por la presidencia pro tempore de Costa Rica que sumió en diciembre, representantes de cada secretaría expusieron sus actividades y avances en los planes de trabajo, con el objetivo de fortalecer una dinámica de trabajo multisectorial en la que todas las instituciones relacionadas actúen de forma coordinada para fortalecer dicho subsistema.

Los intercambios oficiales sobre el proceso continuaron el 4 de mayo, en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores del SICA dedicada a la reflexión sobre el proceso de integración. Este tipo de reuniones reflexivas comenzó en 2015 y, ahora, Costa Rica convocó a un nuevo encuentro en cumplimiento del mandato emanado de la cumbre de diciembre. Esta vez, el diálogo giró alrededor de cuatro temas principales: el análisis de los retos y oportunidades que enfrenta el SICA, el establecimiento de una agenda estratégica priorizada, la implementación de mandatos y la gestión orientada a resultados, así como la toma decisiones asociadas a la gestión a corto plazo. Según el canciller costarricense, delegaciones de todos los países miembros expresaron allí «un compromiso con la renovación del sistema de integración y con las acciones necesarias para conducirlo hacia la efectividad, la transparencia y la rendición de cuentas».


Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)

El pasado 17 de abril Argentina asumió la presidencia anual del proceso de integración que reúne a los doce países sudamericanos y que hasta ese día presidía Venezuela. Como parte de su agenda, la cancillería argentina destacó que priorizaría las actividades regionales en los ámbitos de infraestructura, gestión en materia de riesgos y desastres naturales, defensa, seguridad alimentaria, y profundización de la cooperación sur-sur.

A los pocos días, entre el 18 y el 20 de abril, se desarrollaban en Buenos Aires las reuniones del Foro Técnico de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) y del Consejo Suramericano de Planeamiento e Infraestructura (Cosiplan), uno de los consejos emblemáticos de la Unión y de importancia estratégica para la región. El foro comenzó con la revisión del Plan de Acción Estratégico y, entre otras cosas, se evaluó el estado de la promoción de la conectividad en la región. Se subrayó la necesidad de realizar un diagnóstico de las redes de infraestructura en América del Sur y se reiteró el objetivo de asegurar la participación de las poblaciones locales en el delineamiento de los planes de obras para ellas. Como conclusiones generales de las reuniones, el foro destacó que, ante un contexto internacional de crecientes ánimos proteccionistas, es necesario avanzar con una agenda nueva que haga foco en la promoción de las inversiones en el ámbito de infraestructura, abriéndose al financiamiento mixto y el privado, y en áreas que signifiquen un beneficio concreto para la población de la región, como las cadenas de valor y la integración productiva.

De acuerdo a lo trascendido, la presidencia argentina convocaría una próxima reunión extraordinaria de ministros de Relaciones Exteriores de la unión a realizarse durante mayo en la sede de Unasur en Ecuador, con el objetivo de analizar en forma conjunta la agenda de trabajo para todo el período.