Actualmente, varios observadores sostienen que América Central ha alcanzado el «fin del ciclo revolucionario» y se encamina hacia la tradicional subordinación a los Estados Unidos. Los acontecimientos desde 1989, comenzando con la invasión estadounidense a Panamá y la derrota electoral de los sandinistas en Nicaragua, parecen confirmar este punto de vista - sobre todo, a raíz de la victoria militar de Estados Unidos en 1991, en la Guerra del Golfo Pérsico -. Pero si adoptamos una perspectiva de largo alcance, vemos que el futuro no está a tal punto determinado, y el balance es menos unilateral de lo que puede parecer en un principio