El problema de la violación de los derechos humanos a través de los atropellos policiales, no puede ser visto como una fatalidad accidental producto de las desviaciones de conducta de quienes las ejecutan ni tampoco como producto de la casualidad. La razón pudiera estar en la misma estructura social, que crea y mantiene organizaciones armadas fundamentadas en el criterio de «Ley y Orden» mediante el adoctrinamiento de los individuos que ingresan a ellas, precisamente para reproducir ideológicamente las normas que se crean y son aplicadas sólo sobre las clases dominadas; este planteamiento representa el principio de la explicación de por qué los abusos de la policía nunca llegarán a ser controlados a través del castigo casuístico de quienes incurren en ellos.