Las relaciones entre la Comunidad Europea (CE) y la América Latina (AL) no han estado exentas de un cierto grado de pasión y de animosidad. Los latinoamericanos, por un lado, se quejan del progresivo deterioro de sus intercambios comerciales con los países integrantes de la CE y ponen en entredicho la política proteccionista de la CE. Por otro lado, los comunitarios, reprochan a los latinoamericanos su falta de unidad y la ausencia de una voluntad política de negociación.