Cuando en abril de 2019, Alan García decidió escapar de la justicia acabando con su vida, el elenco reciente de la política peruana dio, sin saberlo, un decidido paso hacia su desaparición. Las elecciones del 26 de enero confirman esta tendencia. La crisis del fujimorismo, la enorme fragmentación y dispersión del voto, y la sorpresa del Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP), con tonalidades milenaristas, se suman a una reconfiguración del eje izquierda/derecha en el país.