Simplemente América Latina
NUSO Nº 100 / Marzo - Abril 1989

El hombre que aprendió a ladrar

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desaliento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se autoflagelaba con humor: \"La verdad es que ladro por no llorar\"...

El hombre que aprendió a ladrar
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad 100, Marzo - Abril 1989, ISSN: 0251-3552


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